EL BIRRETE BLANCO
SI NO HACEMOS NADA, HASTA LOS MUERTOS, CONVERTIDOS EN FANTASMAS CON BIRRETE BLANCO, EMERGERAN DE LAS TUMBAS PARA EXIGIR JUSTICIA.
sábado, 23 de marzo de 2024
LA MASACRE EN MOSCÚ
martes, 19 de marzo de 2024
LA BANALIZACIÓN DE LA GUERRA NUCLEAR
Yo no sé por qué están a todas horas diciéndonos que Putin nos amenaza con una guerra nuclear. Yo lo único que he escuchado al presidente ruso es decir que la doctrina nuclear de Rusia es usar solo armamento nuclear si su país, sus tropas o su soberanía se ven gravemente amenazadas. Si alguien teme que Rusia le tire una bomba atómica es, obviamente, porque piensa, o baraja, atacar a Rusia, o a sus tropas. En este caso ¿Quién amenaza a quien? Recordemos que Ucrania no es un país de la OTAN, ni de la UE. La cacareada contraofensiva ucraniana fue un estrepitoso fracaso y la arrasadora victoria de Putin en las elecciones no ha gustado en Occidente, o sea, por tanto, es buena para Rusia (es verdaderamente gracioso criticar las elecciones rusas cuando tienes un jefe de Estado y una presidenta de la Comisión Europea que no ha elegido nadie) solo faltaba a los dirigentes europeos que Rusia, que ya tiene en su poder el 27% de Ucrania, ganara la guerra. Después de echar la culpa de la inflación a Putin y de pasar de darle las llaves de la ciudad a condenarlo a los infiernos, que lo de Ucrania no saliera como planearon, desde el golpe de Estado del Maidán en mayo de 2014, sería un desastre y no podrían explicar los cientos de miles de muertos, los miles de millones invertidos y los seis millones de refugiados que hemos tenido que acoger. Rusia no va a atacar a ningún país de la OTAN, porque Putin no quiere la Tercera Guerra Mundial, precisamente por eso Rusia atacó a Ucrania, antes de que esta (su bajo vientre) entrara en la Alianza Atlántica y atacara Crimea. La gente se ha olvidado de que en enero de 2022 lo único que pedía Rusia eran garantías de seguridad, que Ucrania no entrara en la OTAN y una autonomía para las regiones del Donbás.
Yo he escuchado a personas, incluso en algún programa de televisión, decir que si hay que ir a una guerra nuclear contra Rusia por Ucrania, pues que se va. Eso es lo que pasa cuando eres tertuliano epidemiólogo, vulcanólogo y ucraniológo y crees que sabes de todo. Hoy no se puede ganar una guerra nuclear ¿Lo han entendido?
En el mundo hay cinco potencias nucleares que tienen asiento permanente y derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU (sí, es una dictadura de la que se habla poco) EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia. A las que hay que sumar India, Pakistán, Corea del Norte e Israel. No es baladí recordar que Pakistán es potencia nuclear gracias a EE UU e Israel gracias a Francia, países que hablan mucho de la amenaza nuclear rusa y de lo pérfidos que son los iraníes si enriquecen el uranio demasiado. En misiles estratégicos con base en tierra (ICBM) y desplegados en submarinos (SLBM) hay miles de cabezas nucleares, cada una de ellas decenas o incluso centenares de veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima, pero hay muchas más como munición aerotransportada, de artillería, etc. En total hay bombas atómicas suficientes, no ya para destruir toda la Biosfera, para hacerlo decenas de veces. Se han hecho simulaciones por ordenador y se estima que en una guerra nuclear morirían unos 80 millones de personas en la primera media hora, 500 millones en las primeras dos horas y, finalmente moriría toda la Humanidad. Son muy optimistas los que dicen que una Cuarta Guerra Mundial sería con piedras. No solo terribles e inimaginables explosiones arrasarían las ciudades y sus habitantes, habría pavorosos incendios y las cenizas y el polvo cargados con mortíferos isótopos radiactivos serían llevados por el viento a todas partes. Todas las tierras y el agua quedarían contaminados y vendría a continuación un invierno nuclear mucho peor que el que hubo hace casi 66 millones de años. Los que se resguardaran en refugios nucleares, cuando se les acabara la comida y el agua, se encontrarían con un planeta muerto. Nadie sobreviviría. La opción en una guerra nuclear es morir al contado o en incómodos plazos, y créame, es mejor la primera opción.
viernes, 23 de febrero de 2024
MÁS QUE DOS AÑOS DE GUERRA
El enfrentamiento y la deriva de los acontecimientos ha cavado una fosa entre Occidente y Oriente que será muy difícil de tapar en el futuro. En los países occidentales (aunque nos cuenten que si Rusia gana en Ucrania luego vendrá a invadirnos a los demás) la gente piensa que el presidente ruso no tiene ninguna intención de atacar a ningún país de la OTAN, y que Putin es un tipo de palabra, pero ya ningún ruso se fía de Occidente, de la OTAN y de la mano que mece la cuna, EE UU. A esta gente se le ha acabado completamente el crédito en Oriente. Engañaron a Rusia haciéndola creer que, tras la desintegración de la URSS, seria un socio más, engañaron a Rusia con la expansión de la OTAN, engañaron a Rusia con el Euromaidán y engañaron a Rusia prometiéndole que si retiraba sus tropas de las inmediaciones de Kiev volverían a la mesa de negociaciones y a los acuerdos de Minsk. El indio Jerónimo se dio cuenta demasiado tarde de que "el Gran Padre Blanco" hablaba con "lengua de serpiente", pero los rusos no habían llegado hasta su último extremo.
Tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana y los últimos éxitos de las fuerzas rusas sobre el campo de batalla, los que, en vez de volver a las negociaciones y al mundo cabal, pretenden escalar más el conflicto, con más sanciones, con groseros insultos y entregando armas de largo alcance, capaces de llegar a Moscú, bajo la promesa de Zelenski y sus secuaces de que no harán tan cosa, cada vez nos asomamos más al abismo. Cuando uno se acostumbra a bailar al borde del abismo ¡zas! es cuando acaba cayendo en él. En el transcurso del enfrentamiento con Rusia, han pasado cosas en EE UU y en la UE, algunas directamente relacionadas con la guerra y otras que trabajan en la dirección de echar más leña al fuego de la guerra. Alemania, ha entrado en recesión y sufre una grave crisis industrial derivada de tener que pagar la energía mucha más cara y no no ser capaz ya de competir tecnológicamente con China. El ejemplo de los vehículos eléctricos es paradigmático: decenas de miles de coches eléctricos tienen almacenados los fabricantes alemanes sin esperanza de encontrar comprador. Mientras eso sucede, los fabricantes de armas, especialmente los fabricantes de armas alemanes y estadounidenses, están teniendo más beneficios que nunca y su cartera de pedidos no para de aumentar exponencialmente, mientras los políticos europeos esgrimen el espantajo de Putin ante sus ciudadanos.
En Alemania se han olvidado de lo que les pasó en la Segunda Guerra Mundial tras la ocurrencia de Hitler de invadir Rusia para apropiársela al tiempo que exterminaba a sus habitantes, pero también se han olvidado de quién aupó a Hitler y sus nazis al poder, que no fueron otros que los grandes empresarios alemanes, del armamento, del acero, y de todo lo relacionado con la carrera de armamentos y con la guerra. Son exactamente las mismas corporaciones, los mismos fabricantes de armas alemanes que apoyaron a Hitler para llegar al poder (que huyeron hacia las tropas occidentales cuando llegaban los rusos) los que ahora trabajan, en el mismo interés, por la guerra: Rheinmetall, Krupp, ThyssenKrupp, Henschel, Krauss-Maffei-Wegman, Messerschmitt-Mölkow-Blohm y un larguísimo etc. El entramado político-militar-industrial y sus intereses cruzados no son exclusivos de EE UU (las fábricas de armas en Rusia con públicas) también mediatizan la política de Alemania y sus tentáculos se extienden por toda Europa, también en España. Así que la guerra en Ucrania seguirá hasta el "último ucraniano", mientras el gobierno alemán ordena al BCE que ponga a la máquina de hacer billetes a trabajar a destajo, necesitan cientos de miles de millones para compran armas y satisfacer a sus patronos. Irán a parar a la deuda hasta que explote la burbuja que, obviamente, pagarán los ciudadanos. Soy un optimista, estoy apuntando hacia el mejor de los supuestos.
¿UN NUEVO MOLINÓN?
EL VIAJE SORPRESA A MARRUECOS
lunes, 19 de febrero de 2024
GALICIA: DEBACLE DE LA PSEUDOIZQUIERDA
Así que constatamos los errores que la pseudoizquierda viene cometiendo elección tras elección y su ausencia total de autocrítica, que allana el camino a posteriores batacazos electorales para unos y a la desaparición para otros. Las elecciones en el País Vasco y Europeas están ya a la vuelta de la esquina y todo hace presagiar que será más de los mismo. La pseudoizquierda potenciará a nacionalistas y exterroristas en Euskadi y a la derecha y ultraderecha en las Europeas. No aprenden.
La metamorfosis desde la izquierda hacia la pseudoizquierda no es nueva ni es una singularidad española, ya lo habíamos visto en países como Suecia o como Francia, con los resultados por todos conocidos para socialistas franceses y socialdemócratas suecos. A mí tampoco me resulta extraño que muchos votos socialistas puedan ir a parar a partidos nacionalistas, como han ido a parar en el pasado al PP o a Podemos. Se trata de votos muy poco ideologizados que se suelen apuntar al caballo que les apuntan como ganador. Lo mismo ha sucedido con los votos que un día tuvo Podemos, organización que, aunque desde la derecha y la ultraderecha han denominado "comunista", tiene de comunista lo que yo de marciano. Lo verdaderamente llamativo es que los votos que un día tuvo el PCE y luego IU, que esos sí eran izquierda pata negra, muy perjudicados entonces por el sistema electoral, pero que sumaban unos dos millones, también se han diluido en gran medida, bien yéndose a la abstención o al cementerio.
El PP ganó las elecciones generales y solo los pactos de la pseudoizquierda con exterroristas e independentistas, incluidos los de derechas y el fugado golpista Puigdemont, ha podido lograr la investidura de Sánchez como presidente. Pero, por supuesto que eso y que la amnistía están pasando factura y por supuesto que los que han cambiado sus principios por alucinantes leyes de genero y trans mientras son cómplices gubernamentales de entregar el Sáhara a Marruecos, del genocidio palestino o de enviar armas a los nazis, cobran ahora en su trasero su merecido. La venganza es un plato que se toma frío, aunque los que están empeñados en suicidarse son autosuficientes para hacerse mucho daño ellos solitos: La SER dice ahora que los del BNG están en mejores condiciones para ganar en el futuro.
martes, 13 de febrero de 2024
TRAMA EN LAS ELECCIONES GALLEGAS
Conviene recordar lo que sucedió en España tras los terribles atentados del 11M de 2004. Casi 200 muertos y casi 2.000 heridos no fueron los que hundieron las expectativas electorales del PP y del entonces presidente, José María Aznar, fueron la foto de las Azores, las manifestaciones contra la Guerra en Irak y las mentiras de aquel gobierno, alarmado ante las consecuencias electorales que la asociación de apuntarse a aquella guerra y a aquellos atentados podrían provocar en el electorado. Aquellos atentados no fueron una trama del PSOE y ETA para cargarse el gobierno de Aznar, como sostienen todavía los conspiracionistas (también hubo atentados en Nueva York y Londres, en los otros dos países protagonistas de la foto de las Azores), pero sí hubo una campaña mediática del PSOE para que Zapatero, que antes de esos sucesos no tenía ninguna posibilidad para hacerse con el gobierno, llegara a la presidencia, no solo desmontando las mentiras de José María Aznar, Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, también inventando otras patrañas y llamando al acoso de las sedes del PP. Ambas circunstancias no solo fueron decisivas para el cambio de gobierno, también sentaron un precedente de impunidad ante el papel que los aparatos mediáticos pueden suponer en las campañas electorales, a veces manipulando groseramente las informaciones, llamando a manifestaciones o incluso mintiendo descaradamente. Aquella impunidad mediática y aquellas maniobras exitosas dieron alas. Pues bien, el PSOE ha decidido que, además de apoyar al BNG, necesita una campaña mediática de embustes contra el PP y contra Feijóo para acusarlo de intentar pactar con los independentistas catalanes, exactamente los mismos que apoyan al gobierno de Sánchez y exactamente los mismos que quiere amnistiar el gobierno de Sánchez. En esa trama es evidente la colaboración de los terminales mediáticos socialistas y de los propios independentistas catalanes. Hasta la golpista Marta Rovira (ERC), la que ahora pide que se juzgue a los jueces, dice que el PP quería pactar con ellos. La responsabilidad de las consecuencias de una trama antidemocrática, por sus mentiras, no es solo de los políticos de la pseudoizquierda, lo es también de unos periodistas que soslayan su profesionalidad poniéndose al servicio de los que no tienen ni principios ni escrúpulos.